Ramera
Déjame en paz
Sin que yo tenga que rogar
El día me atropella
Y vivir es una lucha perdida.
Mi pálido deseo
es una mosca inquieta
que, desilusionada, vive en la penumbra
harta de su propio hastío.
Mi historia es una obra mal escrita
Pendiente de otras interpretaciones
Excepto la mía.
No hay exilio más cruel que la vida misma
Contra los hechos y factores, sólo nos queda la sumisión
Somos como rameras en manos del sistema delincuente.